Sobre la obra:

La Basílica de Santa María del Mar es una de las parroquias más emblemáticas y fascinantes de la ciudad de Barcelona. Tanto es así que desde 1931 está catalogada como Bien de Interés Cultural.

Comenzó a construirse en el año 1329, una época de bonanza para Barcelona debido a la expansión marítima de la Corona de Aragón. Fue completada en sólo 54 años, un tiempo récord teniendo en cuenta que este tipo de edificios solían necesitar más de un siglo para ser finalizados.

Esto fue posible gracias a la implicación y donaciones de la población del barrio, sobre todo vinculada a la actividad portuaria, como los gremios de marineros, pescadores, mercaderes o estibadores. Este esfuerzo colectivo le dio la reputación de iglesia popular.

Durante su historia ha sufrido numerosos episodios que la han puesto en peligro. Uno de los más relevantes ocurrió durante la Guerra Civil, cuando un grupo de anarquistas le prendieron fuego y se perdió toda su ornamentación interior, incluyendo el altar barroco y un gran órgano del siglo XVIII.

Las fachadas de Santa María del Mar presentan los elementos típicos del gótico catalán: líneas rectas y contrafuertes macizos, sin arbotantes, que le dan un aspecto robusto y singular en comparación con el resto de catedrales góticas europeas.

El interior del templo sorprende por su majestuosidad y proporcionalidad. Está dividido en tres naves y consta de 33 capillas. Sin embargo, la presencia de imponentes columnas octogonales, muy separadas entre sí, la composición del espacio y la iluminación resultante del gran rosetón transmiten una imagen de espacio único y diáfano.

La basílica de Santa María del Mar presenta una acústica fantástica y es por eso que a menudo se celebran conciertos. También ha sido escenario de bodas reales y protagonizado novelas de gran notoriedad como «La catedral del mar» de Ildefonso Falcones.