Canteros de la Sagrada Familia: una aventura espectacular

Canteros de la Sagrada Familia: una aventura espectacular

Todos los proyectos de piedra que nos llegan a las manos tienen cierta complejidad y son estimulantes de llevar a cabo. No obstante, cuando el proyecto del que hablamos es la Sagrada Familia, las magnitudes se multiplican.

Como puedes imaginar, la construcción de la Sagrada Familia es un reto mayúsculo y de una fuerte carga emocional. A Barbany Artesanos nos ha marcado para siempre. Tanto es así que te queremos relatar algunos detalles sobre la experiencia de trabajar como canteros para la Sagrada Familia.

Como no podía ser de otra manera toda buena historia tiene un principio. Es momento de ponerse cómodos y disfrutar.

En el lugar justo en el momento oportuno

Nuestra colaboración con la Sagrada Familia se remonta muchos años atrás. El abuelo Pitu ya entregaba tiempo a esta parte bloques de granito a través de intermediarios. Sin embargo, el relato no empieza aquí sino en 1998, momento en que nuestra relación con la Sagrada Familia se volvió más estrecha.

El punto de inflexión llegó el día que colocábamos la escultura de San José de Calasanz, obra de Manuel Cusachs. Allí se encontraba Carles Farràs, técnico de la Sagrada Familia, quien se acercó a nosotros para interesarse en los detalles de nuestra empresa.

Fruto de las buenas sensaciones de aquel primer encuentro concertamos una visita a la cantera de Òrrius, donde trabajábamos. Allí nos visitaron Carles Farràs junto con Toni Caminal, arquitecto técnico de la Basílica.

Nunca olvidaré el momento en que me pidieron si tenía interés en trabajar por el templo mientras miraban con lupa una muestra de granito de nuestra cantera, el granito ojo de serpiente. Aquellas palabras me hicieron acelerar el corazón.

Como nosotros ya colaborábamos de manera indirecta en la construcción de la Basílica, evidentemente les dije que podían seguir contando con nosotros. Entre risas nos comentaron: «no, a partir de ahora colaboramos seriamente».

De perdidos al río, que dicen. Les dije que sí. Nuestra voluntad era colaborar estrechamente con ellos, pero éramos conscientes de nuestras limitaciones debido a que sólo había 2 o 3 personas en el taller trabajando la piedra.

Su respuesta fue una premonición de lo que acabaría sucediendo: «tienes que ponerte al día. Tendrás que instalar máquinas». Aquel instante fue el inicio de una aventura realmente espectacular que aún perdura.

Reunió Sagrada Familia

Incertidumbre en el oficio artesano

La solución pasaba por mecanizar nuestra manera de trabajar pero manteniendo siempre la sensibilidad propia de la artesanía para producir piezas únicas. La producción industrial nunca fue una opción a contemplar. Habíamos visitado previamente talleres industrializados en Francia, en la zona de Tarn, y sabíamos que los canteros acaban añorando siempre el sonido característico de las herramientas artesanales.

A pesar de la mecanización parecía la opción más razonable, no vamos a negar que la decisión nos generó un cierto vértigo. Por un lado, la mayoría de canteros artesanos que conocíamos se estaban retirando o bien pasando a trabajos más agradecidos. Por la otra, las producciones totalmente manuales son económicamente muy costosas.

La continuidad del oficio no estaba clara, y eso era un factor a tener en cuenta debido a la importante inversión que teníamos que realizar en maquinaria puntera. Sin embargo, muchas veces la pasión por lo que hacemos, lo puede todo.

Decidimos salir adelante con la mecanización para poder gestionar encargos como los de la Sagrada Familia. No fue una decisión sencilla y desde entonces el camino no ha sido libre de obstáculos, pero indudablemente ha valido la pena.

A continuación, te dejamos algunas pinceladas que ilustran como es la colaboración con el equipo de la Sagrada Familia.

Un punto de inflexión en nuestra historia

Afortunadamente, hemos sido capaces de establecer una relación al más puro estilo gaudiniano con los técnicos del templo. Antoni Gaudí era un arquitecto que respetaba muchísimo a los artesanos con los que colaboraba. Conocía sus limitaciones y potenciaba las virtudes, así que trabajar con él era un placer y aprendizaje constante.

Esta experiencia tan enriquecedora de trabajar por la Sagrada Familia la hemos vivido de primera mano con todos los técnicos con los que hemos colaborado. Nuestra manera de entender el oficio ha cambiado mucho gracias a ellos.

Nos han ayudado a entender una nueva manera de hacer, y por ejemplo, a dibujar con ordenadores y crear diseños 3D. Procesos que a los primeros miembros de la saga les habrían parecido ciencia ficción, ahora los estamos aplicando en nuestro día a día. Aun en la actualidad nos maravilla como de una pieza producida en ordenador podemos sacar medidas y plantillas exactas. Hay un punto mágico en todo ello.

Mirando atrás nos hacemos cruces de la evolución enorme de proyectos como el de las columnas del atrio de la fachada de la Pasión, donde han participado técnicos espléndidos como Jordi Bonet, Jordi Faulí, Jordi Coll, Mark Burry, Xisco Llabrés o Toni Caminal. Con todos ellos hemos mantenido discusiones realmente interesantes y hemos aprendido de manera recíproca trabajando codo con codo.

Uno de los aspectos que más me llena de colaborar en la construcción de la Sagrada Familia es el clima de confianza existente y la comunicación fluida para buscar las mejores soluciones técnicas. Gracias a esta relación nos hemos atrevido con métodos de producción innovadores que todavía estamos utilizando hoy en día.

Por ejemplo, se han propuesto materiales que han resultado clave en la construcción del templo y hemos ingeniado una máquina, única en el sector de la piedra en ese momento, con el fin de poder trabajar columnas de 7 metros de largo de una sola pieza. Todo esto sólo se consigue con la suma de conocimientos y tomando decisiones valientes.

Este artículo pues es un pequeño homenaje al saber hacer y la sensibilidad de todos estos técnicos sin los que estamos convencidos no habríamos llegado donde estamos actualmente. Colaborar con ellos es una oportunidad de la que estamos muy agradecidos. Asimismo, estamos con muchas ganas de seguir ayudando a hacer realidad nuevos proyectos de piedra. Si tienes alguno en mente, nos puedes contactar desde aquí.