NUESTRA HISTORIA

La chispa

Joan Barbany i Verdaguer

Todo fuego necesita su chispa. En nuestro caso, Joan Barbany fue eso y mucho más.
Con tan sólo 10 años ya estaba dando sus primeros pasos como picapedrero en Marsella. La profesión le llevó a ver mundo y empaparse de conocimiento en países como Argelia, Marruecos y Francia.
Una vez de vuelta a su tierra natal se realizó profesionalmente en las canteras de Montjuïc de Barcelona y en la cantera de San Esteban de Alcoll, donde se estableció definitivamente.
Entre sus numerosas obras podemos encontrar el Monumento a los Caídos en Barcelona, la Columna de la Farola de La Rambla de Barcelona o el Altar de Breda. También fue el primer Barbany en entregar material para nuestra querida Sagrada Familia de Barcelona.

De la piedra, un arte

Pere Barbany i Sabatés (Peret)

Pere Barbany vivió los primeros años a caballo de Cataluña y Argelia, donde aprendió el francés. No va ser allà sinó a la pedrera de Sant Esteve d’Alcoll on de ben petit va començar a embrutar-s’hi les mans.
De joven, sufrió una herida de guerra en su mano izquierda. Aquella mano lisiada y su carácter rebelde le acercaron al entorno artístico y bohemio de la época. Su habilidad y destreza en el oficio entusiasmaba a quien le rodeaba. Tanto fue así que formó relaciones personales y profesionales muy estrechas con reconocidos artistas como Manuel Cusachs, Josep Pla o Manolo Hugué.
Peret vivió siempre al lado de su hermano, aportando un toque de alegre locura a la profesión.

El primer maestro artesano

JOSEP BARBANY I SABATÉS (PITU)

En pleno estallido de la Guerra Civil, Josep Barbany, con 10 años, tuvo su primera experiencia como picapedrero protegiéndose de la guerra en la cantera familiar de Alcoll.
Gracias a la maestría de su padre y hermano, y con su espíritu constante de superación consiguió un dominio de la profesión al alcance de pocos. En 1950, junto con Francisca Triadó i Roig, abrieron la cantera de Òrrius.
Pitu fue un cantero artesano muy prolífico. En su legado perduran numerosas obras de escultura y construcción así como de obra religiosa, entre las que se destacan trabajos de restauración del Hospital de Sant Pau, Can Serra y de La Carassa de Barcelona, las Iglesias de Mosqueroles, de Sant Josep y Sant Jaume de Mataró, Monumento a Josep Pla de Palafrugell o la Columna en el Patio de los Curas en Elche.
Este trayecto fue reconocido oficialmente en el año 2000 con el diploma de Maestro Artesano.

El arte de la piedra adaptado al siglo XXI

Jordi Barbany i Triadó

En el oficio desde los 16 años, Jordi Barbany ha sido capaz de adaptar la metodología de trabajo de artesano cantero en el siglo XXI y de marcar un sello propio en la producción de la empresa.
A partir de 1993 su esposa, Ana Maria Fernández, se incorporó al negocio familiar. Fue en ese mismo año que realizaron la primera escultura para la Sagrada Familia, un encargo que marcó su futuro.
En el año 2000, Jordi y Anna fundan Granits Barbany S.L. En 2008, con la desazón constante de avanzar en el oficio, se instalan en el nuevo taller. Es aquí donde explotarán la metodología de trabajo y con maquinaria de última generación.
Jordi ha participado en la realización de obras de renombre mundial como la Sagrada Familia, Santa María del Mar o Santa María de Mataró. No sólo eso, también ha dejado huella en numerosos monumentos y esculturas, como el Esculapio de Empúries. En su vertiente más artística ha colaborado con grandes artistas como Jaume Plensa, Adel Abdessemed, Jordi Benito, Lluís Ventós, Manuel Cusachs o Lau Feliu, entre otros.
Como reconocimiento por su trayectoria en el año 2015 recibió el diploma de Maestro Artesano.

El presente y futuro

Arnau i Júlia Barbany Fernández

Arnau y Julia, hijos de Ana y Jordi, 4ª generación de la saga, desde pequeños han vivido de primera mano el oficio del artesano cantero.
Arnau se inició en la cantera de Òrrius acompañado de su padre Jordi y el abuelo Pitu. Y después de cursar sus estudios universitarios, es el encargado de gestionar la producción del taller, donde tiene la oportunidad de evolucionar profesionalmente rodeado de maquinaria puntera.
Ha sido el último miembro de la estirpe en trabajar por Manuel Cusachs, en la escultura de San Antonio Abad. También ha realizado producciones para artistas reconocidos como Jaume Plensa, Adel Abdessemed, Lluís Ventós, y jóvenes diseñadores como Max Enrich o Sanna Völker.
Júlia, como todos los de la saga, conoce de primera mano la cantera y todo aquello que la rodea.
Ha realizado un doble grado de Protocolo y Relaciones Internacionales. También un Master en Gestión Deportiva en el Instituto Johan Cruyff.
En Barbany es la responsable de la imagen de la empresa y de las relaciones internacionales. También es quien se cuida de promover y organizar los actos y visitas comerciales a la empresa.
Ambos saben que el esfuerzo es la primera condición y la herramienta que participa hasta el final del proceso en la creación de piezas únicas.