Pequeñas piezas de piedra: Sus peculiaridades y cómo las trabajamos
La magia de la artesanía como picapedreros está en poder convertir un bloque de piedra en una pieza única. Esto es lo que nos apasiona, lo que nos mueve.
A lo largo de la trayectoria e historia de Barbany Artesans nos han llegado muchísimos proyectos, todos ellos con sus peculiaridades y características, por lo que es necesario estudiarlo y planificarlo bien para que los resultados sean óptimos.
Poder decir que hemos participado en la construcción de la Sagrada Família es todo un orgullo, pero también lo es que haya personas que confíen en nosotros para crear piezas que formarán parte de su hogar, de su día a día, de su vida.
Producimos piezas de piedra
Esto es lo que hemos hecho siempre. Trabajamos la piedra de forma artesanal introduciendo maquinaría de la época en la que vivimos. Y es que el artesano siempre ha utilizado los medios que le ha dado la sociedad. No se entendería un picapedrero de la edad de hierro sin hierro, igual que ahora no se entendería un picapedrero sin aprovechar la tecnología actual.
Lo que define a un artesano es saber ingeniar enseres, herramientas o máquinas para poder conseguir una pieza única y de la máxima calidad. Esta es la gran virtud de la artesanía y lo que la diferencia de las manualidades.
En nuestro taller seguimos haciendo lo que hemos hecho siempre: Obras exclusivas.
A Barbany Artesanos nos han llegado y nos llegan todo tipo de proyectos: desde obras de uso cotidiano a grandes monumentos, pasando por piezas de uso constructivo o industrial.
Obras del día a día
Cómo comentábamos al inicio del artículo, participar en la construcción de la Sagrada Familia nos hace disfrutar muchísimo de nuestra profesión. También nos sentimos muy afortunados cuando artistas como Manuel Cusachs, Sophie-Elizabeth Thompson, Lau Feliu o Spencer Finch cuentan con nosotros para trabajar en las obras que tienen en mente. Eso sí, disfrutar de la creación de grandes monumentos o poder colaborar en proyectos de edificios de renombre no nos quita el placer y el deseo de llenar nuestro entorno con piezas al alcance de todo el mundo.
Por un lado, encontramos obras de uso cotidiano como podría ser una mesa, morteros, cocinas o fuentes. Por otro lado, hablamos que son de uso constructivo o industrial cuando hacemos referencia a muelas de molino, adoquines o bancos.
En cualquiera de los casos, son elementos que forman parte de nuestra cultura y que han evolucionado paralelamente con la sociedad, tanto en su diseño como en su utilidad o proceso de producción.
Las peculiaridades de las pequeñas piezas
Cuando tenemos visitas a nuestro taller, a menudo empezamos enseñando las obras que son más grandes y voluminosas por su grandeza y espectacularidad. No obstante, siempre acabamos mostrando las piezas que podemos coger con las manos, las que podemos tocar y nos permiten disfrutar de las texturas y de cada detalle de bien cerca. Acostumbran a ser muy particulares por su diseño y son fáciles de contemplar porque a menudo las veremos y viviremos en casa: un candelabro, un jarrón, una lámpara…
Comentábamos que los grandes monumentos impresionan y esto nos podría llevar a pensar que siempre son proyectos que requieren mucho más trabajo, pero no siempre el esfuerzo es proporcional a la dimensión de la obra.
Cuando nos ponemos a trabajar con pequeñas piezas, a veces nos rompemos la cabeza pensando cómo la podemos sujetar para acabar de pulir, por ejemplo. Es un proceso que requiere implicarnos de una manera que, a menudo, se vuelve obsesiva. Al principio hablábamos de la diferencia entre la artesanía y las manualidades. En Barbany Artesans no solo trabajamos con las manos, también pensamos en el método productivo, el proceso de fresado, de pulido. Y esto es lo que más nos apasiona: crear desde cero, hacer cálculos, buscar los mejores materiales, trabajar con las manos, incluir la tecnología. La artesanía es un todo.
Y cuando todo esto significa poder hacer piezas que otros no han podido o no han querido realizar, todo lo que hacemos tiene muchísimo más sentido.
Queríamos hacer un recopilatorio de algunos pequeños proyectos, pero hay tantos…
Nos viene a la mente la chimenea de Pascual en Ger, la columna de entrada a casa del primo de Jordi, el relieve de un panadero tapando una boca de horno en una masía de Sant Vicenç de Montalt, las mesas de jardín hechas con granito, la hucha de Tien o los pequeños morteros de David…
Decimos pequeños proyectos por las dimensiones, pero poder formar parte de las casas de las personas con nuestras creaciones es muy, muy grande.
Si necesitas más información o quieres hablar con nosotros de algún proyecto al que le das vueltas, no dudes en contactarnos aquí. Estaremos encantados de hablar contigo.