La saga de los artesanos picapedreros Barbany inició a finales del S. XIX, con Joan Barbany (en la foto). Trabajó en diferentes canteras pero fue en Sant Esteve de Alcoll, Llinars del Vallès, donde creó la empresa familiar y donde se incorporaron sus hijos Peret y Pitu.

Inicialmente entregaban bloques en bruto y productos para urbanismo como bordillos, adoquines…

Peret, de carácter bohemio, enfocó su profesión hacia el trabajo más refinado. Colaboró con diferentes escultores y en obras significativas de la época. Pitu, Maestro Artesano, supo utilizar lo mejor de ambos para perfeccionar el oficio familiar.

Yo, Jordi, hijo de Pitu, he aprendido de ellos el oficio y el compromiso para hacer el trabajo bien hecho.

Con el apoyo incondicional de Ana, mi mujer, y con más de 40 años de trayectoria, hemos conseguido desarrollar un taller del S. XXI donde podemos realizar las obras más complejas y de renombre mundial.

Con la incorporación de mis hijos, Arnau en 2014, y Julia, en 2019, garantizamos la continuidad del linaje familiar y avanzamos en la evolución de nuestro oficio.